Laorca del valle y sindia.

Laorca. Anélido hermafrodita que se encadena en la cópula con más de tres ejemplares -aunque se forman circuitos de cientos de ellos. En estos acoplamientos perfectos se forman círculos, ochos, espirales complejas y otras figuras cerradas. Debido a que su interior está hueco y las dos bocas -o extremos- corresponden con los distintos órganos reproductores si estos se dilatan lo suficiente y empalman perfectamente, por el espacio que se genera podrá circular la sindia. Esta no se encuentra en todos los laorcas, pero se reproduce una vez encontrado un huésped afín o cuando la cadena de la cópula se interrumpe y debe morar en uno de ellos. Su forma viscosa y su carencia de estructura ósea permite a la sindia recoger la suciedad acumulada en el interior del laorca así como generar un contrapeso y favorecer los movimientos.
Como la cópula no tiene sentido de reproducción en cuanto a inseminación, sino de gozo y regeneración de los sujetos, esta se puede alargar durante horas. A lo largo de los laorcas, la sindia recorre su interior a gran velocidad, extendiéndose hasta que queden indiferenciados, pero unidos.

1 comentario:

Emiliano Pastor Steinmeyer dijo...

:)
Aún recuerdo los Laorcas dibujados en la arena de la playa de Barcelona. Noté algo de sindia en el aire, contigo, con el mar, con el tiempo y con Daniela. Es posible que funcione a gran velocidad, pero queda retenida muchas veces y se hace esperar mucho, cuatro o cinco Laorcas más allá de uno. Y cuando de pronto te atraviesa, entonces es la limpieza y la huella, y la confusión.