El pez momia.

La evolución tiene sus reservas y los peces momia es una de ellas.
Eso afirma Richard William Robertson III* en su libro: El organismo de Dios según las especies de 1861. En él se refiere a un animal que, una vez secado, podía aguantar muerto-vivo hasta que se volvía a mojar y allí recuperaba la vida, intacta. Dicho pez era muy longevo (alrededor de los 30 años, si no se contaba en los momentos de sequía, que podían alargarse indefinidamente) y tenía la particularidad de ser de apariencia arenosa y del tamaño un poco inferior de los cetáceos menores (p. 237). La referencia al pez momia es la encargada de indicarnos cómo pudo realizarse la resurección de Cristo. Estudios posteriores a la publicación han encontrado algunas especies de peces que resisten meses sumergidos en el fango y salen a flote en la temporada de lluvias. Pero las indicaciones de Robertson son claras: "se seca completamente, indicando que no sólo Cristo podría resucitar cuantas veces quisiera, sino que sobreviviría a los climas extremos".
Los zoólogos prorobertsonianos interesados en el pez momia consiguieron explicar la evolución de este animal antes de abrir una serie de congresos que han emborronado esta explicación. Según la antigua teoría pertenecería a las costas del interior del mar de Tetis donde las mareas serían muy distanciadas y las playas extensas, siendo así habitual para la especie el quedarse encallados en la orilla. Los que consiguieron resistir los lapsos entre marea mínima y marea alta pudieron desarrollar capacidades de superviviencia sin respiración. Tras el movimiento continental, esa especie quedó en una versión más reducida y mermada en lagos y arrollos. Sin embargo la mayor reserva de los peces momia se encuentra, como parece completamente lógico, entre las dunas del desierto del Sáhara. Allá millones de curpúsculos pertenecientes a la desecación extrema por parte del clima de esa zona geográfica les ha obligado a resistir durante miles de años, esperando una segunda oportunidad. Ahora mismo los zoólogos más extremos están buscando cómo darles este empujoncito que reactivaría la actividad pesquera en los pueblos subsaharianos. Miles de barcos y aviones cargados de agua salada esperan a que se reuna la flota necesaria para poder volver a repoblar la extensión más caliente de la tierra. Ya hay una compañía pesquera japonesa desarrollando material de pesca y comprando, a precio de desierto, lo que será una de las zonas más ricas en pesca de lujo del mundo.


* R.W.R. fue un pastor anglicano que se convirtió al catolicismo y más tarde al hinduismo para volver, al final del todo, a la confesión de sus padres: la industria fabril. Este trabajo aquí referido es el que motivó su primera transición de fe. Más tarde conseguiría un permiso de la reina y del Vaticano para investigar los métodos reproductores de algunos indígenas de la India, donde acabó contrayendo matrimonio en contra de los deseos de su pareja. Al final de su vida formuló un próspero negocio de venta de frutas, zumos y preparados mágicos contra la gonorrea y otras enfermedades del trópico. Su prole hoy lo tiene completamente olvidado.

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