Jukiyo Tirma (centrus pseudo)

Parecido al vibrisco, pero más grande y peludo. No se conocen familiares que pueblen islas. Envejece. Se acerca con regularidad a núcleos de población sedentaria. Se dice que mientras los núcleos de población sedentaria se acuerdan de él y esperan su muerte envejece. Y justo cuando se olvidan de él, sigue envejeciendo. Algunos zoólogos cuentan que olvidarse de él no sirve para nada, otros, que la especie que hoy tenemos sólo es una reminiscencia de la del siglo pasado y que sus crías ya nacen viejas. Al parecer siente predilección por las flores de un día. El celo comienza a finales de junio y su gestación dura seis meses.

1 comentario:

Luis M. dijo...

Justo hoy me acordaba de ti viendo una edición del poema de Oquendo de Amat de que me hablaste. Gracias por atraerme a este blog, supongo que cierta melancolía tiene mucho de sindia y de pez momia.